Tremendo fue descubrirte
contando en tu canto
cantando en tus cuentos
cosas de la vida nunca quietas
tanto tuyas como nuestras
al salir de tu pecho
por caminos y recovecos
llenos de recuerdos y noches,
y sus madrugadas y nuestras almas
llenas de canciones: candombes, chamarras...
Tremendo fue perderte,
por un momento, cuando
nos pareció que la muerte
te ganaba sacudiéndote
sacándote de nuestros ojos
pero grandioso el tenerte,
porque los artistas no mueren,
se quedan en nosotros
porque ya no son suyos los versos:
al igual que ellos nos pertenecen.
José, Pepe, Sabalero
hombre de Lacaze...
bigote ancho, pelo rulos
voz de tueno
que ejemplo se nos hace
pegarle una patada en el culo
a la vieja, puta, fría y enferma
y de calor "abrasarle"
todo su cuerpo
que no tiene
y mandarla a la mierda!
De pantalón corto verás
para siempre al alma mía
remontando cometas, noches y días
"sencillando", "flotando", y detrás
una comparsa y todos los hermanos
rumbeando "pal abrojal"
con angelitos y Pedros, sin dejar
de jugar a la siesta, de la mano
buscando la noche, su esencia,
ganar la batallita de la experiencia...
Y tu no a la miseria, Montevideo
y el Uruguay, y tu de repente
y volver, y tus mostradores, y tu gente
y tus músicos, guitarras y compañeros...
Y seguirán los días de brisa
y los ángeles chiquitos vendrán desde el sol
y en mis recuerdos siempre mi hija
gracias a Vos sonreirá con Esa Canción!
Prestame el corazón Sabalero!
Que más que roto se dividió en dos!
viernes, 22 de octubre de 2010
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