viernes, 30 de octubre de 2015

FRENTE A UN ATROPELLO.

¡Otra vez la pelota a la casa del vecino! Y por partida doble. En Valencia y en Madrid; y en Cataluña. Primero: los gobernantes de turno, que son minorías..., en clara oposición, o mejor dicho en un claro corso contra mano, han dispuesto el retiro de símbolos cristianos de los cementerios y tanatorios públicos, aludiendo a la laicidad como pretexto.
Claro, minorías que imponen sus ideas...eso me suena raro. Pero no sólo por resultados electorales sino que lo más contradictorio es que un setenta por ciento de la población en España se manifiesta cristiana. Pero como ya escribí sobre laicidad y religión y por refrescar un poco la memoria fue en entrada del año 2013, me voy solamente a centrar en esta retirada de símbolos.
Cierto que representan a una confesión, en particular al cristianismo y dentro de este mayoritariamente al catolicismo, y la sentencia es por estar presentes en espacios públicos.  Entonces,  ¿aquello que las autoridades deben garantizar a la libertad de culto donde lo dejamos? Porque que uno sepa las personas que no desean cuando muere un ser querido, que las velen ni entierren bajo ningún ritual religioso, tienen su espacio en los tanatorios como en los cementerios y nadie las obliga a lo contrario. Eso es pluralidad,  respeto, tolerancia, a toda expresión y pensamiento dentro de un marco laico y democrático.
¿Entonces que hacemos mañana, le prohibimos a los judíos,  a los musulmanes, a los hindúes,  a los budistas, etc., sus rituales? Y a los que esgrimen el ritual de su agnosticismo y/o ateísmo,  con todo derecho, ¿le negamos enterrar a sus muertos en un cementerio público? Lo más contradictorio de una democracia es prohibir, cuando no se han dejado de respetar los derechos de los demás. Revisen en que valores éticos, en que tradiciones milenarias esta basada nuestra sociedad,  desde donde provienen nuestras normas de convivencia, derechos y libertades. ¿Qué se pretende? Vociferar desde minorías y actuar con medidas típicas de autoritarismo en lugar desde dentro de un marco de derecho. ¡Por favor!desde mañana pasaremos a hacer los rituales dentro de nuestras casas y enterrar a nuestros seres en algún rinconcito de la misma. Incluidos agnósticos y ateos. Respeto frente al respeto, tolerancia frente a la tolerancia.

Y lo segundo: y permitan que diga lo que pienso, faltaría más.  Cuando el 23 F se detuvo, juzgó,  sentenció y penalizó a quienes participaron del Golpe de Estado, fue por  querer cargarse la Constitución,  las Instituciones y las leyes que hacen que toda sociedad democrática con sus defectos y virtudes, garantizan la convivencia pacífica, civilizada y el Estado de Derecho. Claramente a actos de subversión y sedición.  ¿Acaso no están estas palabras en el diccionario? ¿No sucede acaso lo mismo con el llamado de los independentistas catalanes a desobedecer todo aquello que es regulado para y por el Estado Español?  El único Estado que existe Constitucionalmente en España.
O tal vez la diferencia es que en aquella oportunidad un grupo de energúmenos llevaba Armas. Las Constituciones Democráticas pueden ser reformadas o cambiadas,  eso es indiscutible.  Pero dentro de los caminos legales y constitucionales garantizados para ello.
¿No está claro?

Finalizo: se permiten toda clase de manifestaciones, en un marco de paz y legalidad, me parece bien. Pero se suelen tildar de modernistas y progresitas. ¿Según quiénes? ¿Existen potestad y paternidad para ello?
Porque yo me creo progresista en cuanto a a respetar las leyes vigentes, la democracia vigente, el Estado de Derecho vigente, y siendo el tema tratado muy importante, hay unos tantos o más graves: el de la pobreza, la falta de empleo y el hambre. Abordarlos es ser progresitas.
Nací y crecí en un país republicano por esencia,  desde sus orígenes, por tando afirmo mi condición de republicano, vivo en un país monárquico democrático, acato sus leyes y las respeto. La voluntad se manifiesta en las urnas. El primer derecho democrático y la más valiosa arma democrática que tiene un ciudadano.
El que tenga oídos que oiga.