Noviembre 2004.
Mis sueños distintos
a los de mi bisabuelo,
saracenaros los suyos
maragatos los sueños míos.
Solo se cruzan en un punto:
en el devenir del sendero;
americano el Edén de sus sueños,
el horizonte de los míos europeo.
Hace tiempo llegó a mi tierra
recién pisé su suelo;
¡juro que ya había estado!
y me pregunto de nuevo:
si él regresar quiso,
con el paso del tiempo
a su casa, de su paese,
yo al mío, eso espero.
Parecidos sus sueños
a los sueños míos,
parecidos pero no iguales,
¡cosa! que no es lo mismo.
jueves, 22 de octubre de 2009
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